Terapia integrativa

Durante años trabajé muy centrada en la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), una herramienta eficaz y necesaria para muchos procesos. Y lo sigue siendo: para algunas personas, para ciertos síntomas y para momentos concretos del tratamiento, la TCC es clara, directa y muy útil.

Pero con el tiempo me di cuenta de algo importante: había personas que, aun entendiendo perfectamente sus pensamientos y conductas, no avanzaban. No porque hicieran algo mal, sino porque lo que les pasaba venía de mucho más atrás.

Para poder sanar, necesitaban otra cosa:

poner nombre

mirar hacia atrás

reconocer heridas antiguas

poner nombre

entender su infancia, vínculos y defensas

 Ahí fue donde empecé a profundizar en Trauma y Apego,

 y me abrió un mundo. Comprendí por qué hay patrones que se repiten, por qué ciertas emociones son tan intensas y por qué a veces la persona sabe “qué hacer” pero algo dentro no la deja.

Mi forma de trabajar se adapta a ti, a tu historia y a tu ritmo. No se trata de cambiarte, sino de ayudarte a entender por qué te pasa lo que te pasa y abrir espacio a una forma nueva de estar contigo.