¿Para qué sirve la ansiedad?
Quizás, si la has sufrido o la estás sufriendo o, incluso, si alguien a quién quieres está pasando por un momento jodidillo, pienses que para nada, más que para molestar y hacernos sentir mal, pero que muy mal. Pero no, sirve para más cosas, especialmente para una: la función de la ansiedad es hacernos reaccionar cuando sentimos MIEDO, cuando nuestro cerebro nos manda una señal como diciéndonos: ojo, se nos va a venir encima una situación peligrosa, casi seguro (amenaza) y, también si estamos pasando por una situación de mucho estrés psicológico, sobre todo si se da de forma continuada. Es decir, la ansiedad tiene una función muy importante en la supervivencia ya que a la hora de afrontar una situación peligrosa, la ansiedad desencadena una respuesta de lucha o de huida. Hasta aquí todo más o menos bien, pero claro, no es todo tan bonito. ¿Por qué? Vamos a verlo.
El cerebro, a veces, es un poco cabroncete. Lo que hace es irse al pasado y se lía un poco, con buena intención seguramente, pero se lía y nos lía. Por ejemplo, si en algún momento hemos sido víctimas de burlas, o de que nos aislaran, pues en cuanto se huela que nos pueden estar haciendo lo mismo, zasca, va y nos quiere vender esa película que es bastante poco probable que esté sucediendo en la actualidad. Si una vez nos robaron en una calle en concreto por la noche, nuestro cerebro va a pensar que esto nos va a volver a ocurrir. La cuestión es no creernos esas películas de m….da que nos vende nuestro cerebro. También es importante decir que hay una parte genética, de cómo nos han criado (apego con figuras de referencia), la sociedad y la cultura, no solo lo que nos ha pasado en la vida, ya que seguro que conoces a alguien que si le roban una noche en un calle en concreto le va a dar lo mismo y puede ser capaz de pasar por esa misma calle, a la misma hora del mismo día de la semana y quedarse tan a gusto. El tema de las películas lo seguiré contando en otro post, porque da mucho juego, por ejemplo en el tema de la autoestima y poner límites.
Volviendo al tema de la ansiedad, que me despisto rápido yo…
La ansiedad, cuando es racional y de verdad nos va a ayudar, genial. Pero ¿y cuando es irracional? Por ejemplo cuando pensamos que ni de coña vamos a ir al gimnasio sin ir acompañados, calla…qué vergüenza, TODO el mundo mirando lo foca que estoy, ni de coña…¿te suena?
Pues bien, está lo que se llama la curva de la ansiedad, te lo explico: la ansiedad va subiendo poco a poco, no pasamos del 0 al 100 en un segundo, eso no sucede, va subiendo de manera gradual, como el que sube una montaña, hasta llegar a la cima (umbral de la ansiedad) y luego va bajando. Nadie, absolutamente nadie muere de ansiedad. De verdad, te aseguro que te entiendo, sé que parece que nos vaya a dar algo, pero no, confía en mí. Si la dejas, si no te acojonas y sales huyendo del gimnasio cuando estás bajando las escaleras, si te enfrentas a ese miedo, va a ir bajando y, de hecho, la buena noticia es que si vuelves mañana, tu cima ya no estará tan alta, y al día posterior un poco menos, y así sucesivamente. Para esto hay que echarle un par, suena fácil, pero no, no lo es, te entiendo perfectamente.
En resumen: la ansiedad tiene una función, nos invita a salir pitando o a entrar modo lucha, súper. Más cosas, ojo con las películas que nos cuenta nuestro cerebro, que casi nunca se ajustan a la realidad, esto es lo que se trabaja en sesión, desmontar esas creencias de mierda, y esa forma de desmontar las creencias es bastante útil porque las podremos extrapolar a cualquier otra situación, no solo a la de ir al gym solos.
Sigo: aunque parezca que sí, no nos vamos a ir al otro barrio, deja que tu ansiedad llegue a la cima, mantenla, y verás que va a ir bajando. Sí, a su ritmo. Como te largues cuando estés a mitad de la subida a la montaña…siento decirte que mal, mala idea, porque cuando lo vuelvas a intentar, como por arte de magia, la cima de la montaña estará más alta, y luego más, y luego más y así. No te compensa, de verdad. Sin embargo, si eres VALIENTE, vas a tener tu recompensa, la cima cada vez será más y más baja, y cuando te quieras dar cuenta, irás por un camino recto, plano por el que camparás a tus anchas cantando una de tus canciones preferidas. Si estás pensando que no va a ser coser y cantar…tienes razón pero, si quieres, yo te acompaño.
“Si me necesitas, silba”, y si no sabes silbar, yo te enseño. ;D
Pd.: Si estás pasando por un momento así, créeme que lo siento, yo misma lo he sufrido varias veces en mi vida.
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